Alerones aerodinámicos
El uso de los alerones aerodinámi-
cos, no certificados para tal finalidad,
puede penalizar la aerodinámica y el
consumo.
ESTILO DE CONDUCCIÓN
Puesta en marcha
No caliente el motor con el coche pa-
rado ni en ralentí, así como tampoco
a regímenes elevados: en estas condi-
ciones el motor se calienta mucho más
lentamente, aumentando el consumo
y las emisiones. Le aconsejamos, por
lo tanto, que arranque inmediata-
mente evitando los altos regímenes; de
esta forma el motor se calentará más
rápidamente.
Maniobras inútiles
Evite los acelerones cuando está pa-
rado ante un semáforo o antes de apa-
gar el motor. Esta última maniobra,
como también el "doble embrague",
son absolutamente inútiles en los au-
tomóviles modernos. Estas operacio-
nes aumentan el consumo y la conta-
minación.
Selección de las marchas
En cuanto las condiciones del tráfico
y el recorrido por carretera lo permi-
tan, utilice una marcha más larga. Si
usa una marcha más corta para obte-
ner una aceleración más deportiva, se
aumenta el consumo. Del mismo
modo, el uso inapropiado de una mar-
cha larga aumenta el consumo, las
emisiones y el desgaste del motor.
Velocidad máxima
El consumo de combustible aumenta
considerablemente cuando aumenta
la velocidad: es útil observar que, al
pasar de 90 a 120 km/h aumenta el
consumo aproximadamente un +30%.
Además, es conveniente mantener la
velocidad lo más uniforme posible,
evitando los frenazos y los acelerones
superfluos, ya que cuestan combusti-
ble y aumentan, al mismo tiempo, las
emisiones. Por lo tanto, le aconseja-
mos que conduzca suavemente, tra-
tando de anticipar las maniobras para
evitar peligros inminentes y respetar
las distancias de seguridad con el fin
de evitar deceleraciones bruscas.
Aceleración
Acelerar violentamente llevando el
motor a un elevado número de r.p.m.
perjudica notablemente el consumo y
las emisiones; conviene acelerar gra-
dualmente y no sobrepasar el régimen
de par máximo.
CONDICIONES DE EMPLEO
Puesta en marcha con
el motor frío
Los recorridos muy breves y los
arranques frecuentes en frío impiden
que el motor alcance la temperatura
óptima de funcionamiento. En conse-
cuencia, aumentan considerablemente
tanto los consumos (de +15 hasta
+30% en el ciclo urbano) como las
emisiones de sustancias nocivas.
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