• No emplee ningún limpiador abrasivo,
lustrados, disolvente o cepillo de
alambre sobre el aluminio. Podrían
arañar o estropear el acabado.
• Limpie la rueda cuando se haya en‐
friado.
• Utilice sólo un jabón o detergente
neutro y lave bien con agua. Limpie
las ruedas después de conducir sobre
pavimentos en los que haya sal. Ayu‐
da a prevenir la corrosión.
• No lave las ruedas con los cepillos a
máxima velocidad de los túneles de
lavado automático.
• No utilice detergentes alcalinos ni áci‐
dos. Podrían dañar y corroer el alumi‐
nio de las ruedas revestido por el pro‐
tector transparente.
Protección contra corrosión
Protección de su vehículo contra la co‐
rrosión
Gracias a las técnicas de construcción y
diseño para combatir la corrosión más
avanzadas, fabricamos vehículos con la
mayor calidad. Sin embargo, esto sólo
es parte de nuestro trabajo. Para lograr
una resistencia anticorrosiva a largo
plazo, es necesario contar con la ayuda
y participación del propietario del vehí‐
culo.
Causas comunes de la corrosión
Las causas más habituales de corrosión
en el vehículo son:
• La sal del pavimento, la suciedad y
humedad que se acumulan en los ba‐
jos del vehículo.
• Cada vez que piedras, gravilla, abra‐
sión o los simples rayazos o abolladu‐
ras eliminan la pintura o el revesti‐
miento protector del vehículo, el me‐
tal se desprotege y queda más ex‐
puesto a la corrosión.
Zonas de mayor corrosión
Si vive en una zona donde el vehículo
está expuesto habitualmente a mate‐
riales corrosivos, es muy importante
protegerlo contra la corrosión. Algunas
de las causas comunes que aceleran el
proceso corrosivo son la sal del pavi‐
mento, los productos químicos de con‐
trol de polvo, el aire del océano y la
contaminación industrial.
La humedad facilita la corrosión
La humedad propicia las condiciones en
las que la corrosión tiene lugar. Por
ejemplo, la corrosión se acelera con un
grado alto de humedad; sobre todo,
cuando las temperaturas están justo
por encima de la congelación. En tales
situaciones, el material corrosivo está
en contacto con las superficies del vehí‐
culo por medio de la humedad que tar‐
da en evaporarse.
El barro es muy corrosivo porque tarda
en secarse y mantiene la humedad en
contacto con el vehículo. Aunque el ba‐
rro parezca que está seco, todavía pue‐
de contener humedad y propiciar la co‐
rrosión.
Las altas temperaturas también pue‐
den acelerar la corrosión de las zonas
que no están bien ventiladas para ayu‐
dar a que la humedad se disperse.
Debido a todas estas razones, es muy
importante mantener el vehículo libre
de barro u acumulaciones de otros ma‐
teriales. Esto no se afecta únicamente
a las superficies visibles, sino también,
y sobre todo, a los bajos del vehículo.
Ayudar a prevenir la corrosión
Puede ayudar a prevenir la corrosión si‐
guiendo las indicaciones que aparecen a
continuación:
Mantenga el vehículo limpio
8
8-129