Para efectuar la intervención se recomienda utilizar instrumental quirúrgico especial. Es
importante revisar el uso y la manipulación de dicho instrumental. Antes de iniciar la cirugía,
deben revisarse las plantillas de corte y la alineación. Los instrumentos curvados o dañados
pueden provocar la colocación incorrecta del implante y el consecuente fracaso del mismo.
Es importante limpiar y preparar las superficies óseas adecuadamente para lograr que se fije
la prótesis. La escisión del hueso debe ser la mínima que permita colocar los implantes. La
eliminación ósea excesiva o el uso excesivo de agujas para sujetar el instrumental puede
generar alternaciones mecánicas y resorción ósea con el subsiguiente fracaso del
procedimiento por aflojamiento o deformación del implante. Asegúrese de que la alineación
sea adecuada al preparar las superficies óseas y al posicionar los componentes.
Antes del cierre, la herida quirúrgica debe limpiarse meticulosamente para retirar fragmentos
óseos, huesos ectópicos, cemento óseo, etc. La presencia de partículas extrañas en la interfaz
articular entre el plástico y el metal puede causar un desgaste excesivo. El hueso ectópico y/o
los espolones óseos pueden provocar una dislocación o un movimiento doloroso y limitado.
La amplitud de movimiento debe comprobarse minuciosamente para corregir malos ajustes,
inestabilidades o pinzamientos.
Postoperatorio
Es de máxima importancia que el paciente siga meticulosamente las instrucciones y
advertencias del cirujano. Durante los cuidados postoperatorios se deben seguir las prácticas
aceptadas. En el postoperatorio, se debe advertir al paciente acerca de la necesidad de limitar
su nivel de actividad para proteger la articulación reemplazada ante tensiones innecesarias.
Cuando el paciente sea dado de alta del hospital debe recibir instrucciones y advertencias
exhaustivas por escrito acerca de los ejercicios y tratamientos que debe realizar, así como
sobre las restricciones que debe observar en sus actividades. Es aconsejable realizar un
seguimiento periódico, incluyendo la realización de radiografías, para poder comparar la
evolución postoperatoria y detectar cualquier cambio en la posición, la fijación, la curvatura o
la entereza de los componentes a largo plazo. Si se detecta alguno de esos problemas, se
debe realizar un seguimiento detallado del paciente, evaluar la posibilidad de que el implante
siga deteriorándose y considerar las ventajas de llevar a cabo una revisión antes de lo
previsto.
REACCIONES ADVERSAS Y COMPLICACIONES
A continuación se enumeran las complicaciones y acontecimientos adversos más frecuentes
de una artroplastia total de rodilla:
Generales
1.
Aflojamiento prematuro o tardío, hundimiento tibial, curvatura, agrietamiento, rotura,
deformación o desgaste de uno o más componentes protésicos, a menudo relacionados
con los factores citados en las ADVERTENCIAS Y PRECAUCIONES. El aflojamiento también
puede producirse debido a una fijación o un posicionamiento incorrectos.
2.
Infección prematura o tardía que puede requerir la retirada del implante y una posterior
artrodesis.
3.
Dolor, dislocación, subluxación, contractura en flexión, limitación de la amplitud de
movimiento o alargamiento o acortamiento de la pierna, debidos al posicionamiento
incorrecto, el aflojamiento o el desgaste de los componentes.
4.
Desgaste excesivo de los componentes de polietileno debido a daños intraoperatorios en
el componente femoral, cemento y/o fragmentos óseos sueltos, y/o niveles de actividad
elevados por parte del paciente o sobrepeso.
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