PEDALES Y ZAPATILLAS
Los zapatos para montar en bicicleta (a) deben ser de material robusto y ofre-
cer suficiente adherencia. Además, deben tener una suela lo suficientemente
rígida para que el pedal no traspase. Evite usar zapatos demasiado anchos en la
zona del talón porque impiden adoptar la postura natural del pie y, al pedalear
rozaría contra la biela o los tirantes traseros. Esto podrá acabar provocándole
dolores de rodilla. Su establecimiento especializado SCOTT ofrece una gran
variedad de zapatillas y le asesorará con mucho gusto.
Deberá usar zapatillas especiales, sobre todo, cuando su bicicleta SCOTT está
equipada con pedales automáticos. Estas zapatillas llevan pequeñas calas (en
inglés "cleats") integradas en la suela, que garantizan un asiento fijo en el pedal
y ofrecen, dependiendo del modelo respectivo, a la vez cierta comodidad al
caminar.
La ventaja principal de los pedales automáticos (b+c) radica en que impiden
que el pie resbale al pedalear rápidamente. Gracias a su fijación, el pedal se pue-
de empujar o tirar, lo que facilita un pedaleo fluido y mejora considerablemente
la transmisión de fuerzas en comparación con pedales abiertos.
Normalmente se comienza por enganchar el pedal con la punta de la cala (la
biela se encuentra en su posición más baja) y se pisa después en el cuerpo de
pedal, que está en posición horizontal. Por regla general, cuando la zapatilla
encaja, esto se siente claramente y se escucha un clic.
La fuerza de desenganche de los pedales automáticos se ajusta con una llave
Allen (d). Al principio, ajuste los pedales de modo que se suelten con facilidad.
Cuando tenga más experiencia puede ajustarlos con más dureza.
Los crujidos o chirridos que se presenten se pueden eliminar normalmente
aplicando un poco de grasa en los puntos de contacto. Tales ruidos al igual que
una posición inestable en el pedal también pueden ser indicio de que las calas
se han desgastado. Examine las calas periódicamente.
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ESPAÑOL
INSTRUCCIONES DE USO ORIGINALES 2021
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