Mantener la sección de la tubería de escape de humos al menos al mismo nivel que la salida del
ATENCIÓN
silenciador (tubo de escape) y, de todas formas, nunca de un diámetro inferior al del colector de desagüe
que se encuentra en el motor. Podría ser que el diámetro del silenciador (tubo de escape) es inferior al
colector: en este caso utilizar tuberías cónicas de adaptación para mantener el diámetro del colector del
motor.
La tubería de escape tiene que ser de acero, de solidez idónea y estanca; se conecta con el colector del motor a través de una
junta flexible, para absorber las vibraciones que transmite el motor y las dilataciones térmicas provocadas por las altas
temperaturas de los gases quemados.
Para las tuberías de los gases quemados es una práctica habitual utilizar tuberías de espesor más fino entre los normalizados,
con una presión de modesta entidad. Además, en la tubería de escape de longitud notable es oportuno insertar otras juntas de
dilatación intermedias cada 6 m ÷ 8 m. Para permitir dilataciones térmicas, la tubería tiene que poder correr en los orificios de
salida de la pared y en los puntos de apoyo. En el interior del cuarto la tubería tiene que estar aislada para evitar un mayor
sobrecalentamiento del cuarto y reducir el peligro de quemaduras para las personas; el material aislante tiene que ser
incombustible. No se admite juntar la tubería del gas de escape de más de un motor en una sola tubería; cada motor tiene que
disponer de su tubería de gas de escape independiente. El instalador tendrá que comprobar que la instalación esté correcta y
los valores de contrapresión en el punto de escape se encuentren entre los valores indicados por el fabricante.
3.9.1
Descarga en el exterior
La descarga de los gases quemados tiene que realizarse directamente hacia el exterior o a través de chimenea. Se aconseja
que el conducto de evacuación hacia el exterior esté situado por encima de la apertura de expulsión de aire del radiador, de
forma que la corriente de aire caliente procedente del radiador favorezca la dispersión hacia arriba de los gases quemados.
El conducto de evacuación tiene que encontrarse a al menos 3 metros de altura desde la superficie pisable y a una distancia
adecuada desde ventanas, paredes, aperturas practicables o tomas de aire de ventilación, relativamente a la potencia nominal
de la instalación.
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Fig. 6