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Por ejemplo:
∙ ¿Dónde crece (en un árbol, arbusto, planta, etc.)? Para ilustrarlo, juegue a «cielo y tier-
ra»: aquella fruta y verdura que crezca en un árbol o arbusto se clasificará en el cielo»
y, en la «tierra», aquellas que crezca en o de la tierra.
∙ ¿Crece esta fruta o verdura en nuestra región?
∙ ¿Cuándo madura?
∙ ¿En primavera, verano, otoño o quizás en invierno? Para ello, puede valerse de un
calendario estacional (de Internet, de alguna aplicación para móviles, etc.).
∙ ¿Qué otras frutas y verduras conocen los niños?
∙ ¿Qué saben sobre ellas?
T
Frutas y verduras «en la práctica»
Para varias o cada una de las piezas de madera, traiga el alimento correspon-
diente. En primer lugar, los niños deberán decir el nombre de cada alimento y
emparejarlo con su correspondiente pieza de madera. En grupo, se compara y se
habla sobre el tamaño, la apariencia, el olor, etc. Analice también las diferencias
de los distintos tipos dentro de una misma familia; diferencias de tamaño, aspecto,
etc. (p.ej. de las manzanas: Granny Smith y Elstar). Después de lavar bien las fru-
tas y las verduras, córtelas una a una y observen juntos: ¿Qué aspecto tiene el
interior de una manzana o un pimiento? ¿Cómo huelen? ¿Son jugosas o más
biensecas? ¿De qué color son?
Degustación
Se da un trozo a cada niño. Comente el sabor, la textura, etc. Los niños pueden ir
elaborando una lista con sus frutas y verduras preferidas.
Nota: con un grupo de niños mayores se pueden hacer listas de «las mejores ensa-
ladas y macedonias». Para ello, pueden elaborarse macedonias con sus frutas pre-
feridas y hacerse ensaladas con sus verduras favoritas. Con un buen aliño de zumo
de limón y miel para la macedonia, o una vinagreta de aceite y vinagre con finas
hierbas para la ensalada, quedará todo delicioso.
Prueba de valentía: respecto a las frutas y las verduras, muchos son los niños que
tienen sus reservas. En el grupo, las negaciones pueden evitarse fácilmente cuando
los niños ven cómo otros «superan sus miedos» sin problemas. Ponga en práctica
una «prueba de valentía». ¿Quién se atreve a dar un bocado a una seta o a probar
un pequeño trozo de cebolla?
En la práctica
Ahora les toca a los niños: ¿han comido hoy fruta o verdura? ¿Y cuántas frutas o
verduras llevan para la merienda? ¿Ninguna? ¡Mañana sin falta! Uno de los objeti-
vos del análisis de la pirámide nutricional es que los niños se lleven su conoci-
miento a casa y lo apliquen allí. Anímelos a que se alimenten de forma equilibrada
también fuera de sus sesiones y a que prueben nuevos alimentos.
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